España se ha vendido literalmente a China. El presidente de gobierno de turno en España, del cual me son indiferentes tanto su manifestación corpórea como sus atributos pseudo-ideológicos, ya que todos se caminan por líneas prácticamente paralelas(sobre todo en tiempos de crisis), ha realizado recientemente una gira(como los grupos de música) por algunos países asiáticos, entre los cuales estuvo China como principal objetivo. Además, se presentó en el foro económico de Boao, el Davos(foro económico mundial realizado en esta ciudad de Suiza) asiático.
El presidente del gobierno español, antes de su viaje hacia orientales destinos, se atavió de sus mejores galas. Se empezó a maquillar al estilo de las Geishas. Cuando sus asesesores de imagen (ver artículo sobre la imagología) llegaron a la Moncloa y abrieron la puerta de su despacho, era tarde. Le dijeron al presidente, pesando bien cada una de sus palabras, como si estuvieran dando una lección magistral de oratoria, que el trabajo realizado era muy positivo, aunque más cercano a la estética de una maiko, también válido para ima eventual visita a Japón, el cual en esta ocasión no estaba entre los destinos seleccionados. A continuación le instruyeron en el milenario arte del Feng shui. El presidente quedó sorprendido, aunque sintió tristeza al ser consciente de que no podría ir vestido como una Geisha, ni siquiera como una maiko(era una pena, los tonos dorados le favorecían tanto...).
Ya reunido en China con su potencial comprador, desplegó sus armas de seducción internacional. Una de sus principales estrategias era mostrar sus bondades, además de como buen futuro servidor del imperio Chino, como poseedor de un harén de subordinados. Es decir, mostraba sus capacidades de madame de naciones, contando con un selecto harén compartido(varios países europeos, asiáticos, saudíes y especialmente EEUU, tienen especial peso en la propiedad de este harén de recursos asi como recursivo a lo kargo del colonialismo y del neocolonialismo). Se le ofrecieron por lo tanto a China suculentos platos que ya venía deseando tiempo atrás y los cuales madame España no dudó en incluir en la carta.
Un mundo en el que las personas somos mercancías y a la vez consumidores de productos. Un mundo en el que todo gira en torno al consumo, porque el sistema está así basado y su único sustento es el movimiento fluido del líquido o capital, concepto creado y desarrollado por el propio sistema, con el fin de jerarquizar irreversiblemente las relaciones entre las personas, basando su éxito en esta clasificación, dentro de la cual los creadores y desarrolladores del sistema no dudan en colocarse en los peldaños más altos de la gran pirámide. El sistema es tan eficaz y está creado de forma tan sutil, que todos estamos seducidos por querer pertenecer a los peldaños altos del poder adquisitivo. Pero lleguemos o no, el resultado es la reproducción, ejecutada por parte de los actores del sistema, es decir, de prácticamente toda la población mundial, generación tras generación, del sistema, con sus eventuales variaciones formales, pero siempre igual en su esencia y sus principios, que aunque a veces parecen ser finales, nunca llegan a serlo, porque, como se ha demostrado, y por muy grave que sea la crisis que arrecie, siempre hay capital disponible en algún lugar del mundo para prestar al pobre banquero, aunque tenga uno que endeudarse hasta los huesos. ¿ Cómo se iba a dejar que esas inocentes entidades y sus cándidos directivos se fueran a la quiebra?, pobrecillos. ¿Para qué fijarse en toda la población mundial que vive con lo puesto?. Por supuesto, los bancos son mucho más importantes, claro, porque sobre ellos se sientan el estado y las grandes empresas, infatigables amigos, situándose entrambos, y protegido por sus ávidos brazos de progenitores, el sistema capitalista, resultando una suerte de belén contemporáneo, en el cual los banqueros conforman el portal, estado y empresas serían San José y María(o al revés), y el niño Jesús el sistema capitalista, que es la verdad, el camino y la vida, siendo los demás sistemas de organización posibles y plausibles meras conjeturas de algún enajenado subversivo.
Un mundo en el que gobiernan las empresas, los bancos, los estados, las iglesias...Todos distintas caras de un polifacético sistema, el capitalismo. Todas movidas por un mismo interés, por un único objetivo: el lucro propio, sin importar los medios(es más, éstos se hayan justificados, ya que el objetivo es legítimo, racional, lógico, y los medios también se meten, forzadamente al igual que el fin, en este marco conceptual). Un ejemplo de ésto, por no citar cientos de ellos, sería la admiración creciente que se está teniendo hacia China, conociéndose por parte de los nuevos admiradores, con infinidad más de detalles que el resto de los mortales, los sistemas autoritarios, coercitivos y represores de todo lo que no rece igual que su doctrina(ejemplo aquí). Pero bueno, y eso que importa. A las preguntas sobre los derechos humanos realizadas a los diversos dirigentes en multitud de ocasiones, se contesta con el habitual: - Ese no era el objeto del viaje.
A eso lo llamo yo diplomacia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario