LLevo unos días reflexionando sobre el tema de la miseria de la mayor parte de la población mundial, en contraste con el tren de vida que llevamos en los países 'desarrollados'.Heido depurando mis pensamientos a través de conclusiones importantes, que se convertían en puntos de inflexión dentro del curso de mis reflexiones. Para ser breve, comentaré uno de estos puntos, dentro de la gráfica de mi función mental durante estos días. HA sido el siguiente: en el planeta hay unos recursos limitados, finitos. Los recursos se encuentran repartidos entre toda la población mundial, debido fundamentalmente a que el capitalismo actual, modelo a través del cual vemos el mundo y la vida(lo más triste y preocupante es que pensamos que más que un modelo, de entre otros, es algo natural, que evoluciona como un ser vivo, que se desarrolla, que es lo mejor que puede haber en estos tiempos, y otra serie de perogruyadas de papagayo falto de materia pensante... Es decir, que lo natural es que el ser humano haya llegado al sistema actual, debido fundamentalmente a su naturaleza... ¿Alguien conoce algún instinto que nos lleve más allá de saciar nuestras necesidades primarias, necesarias e inmediatas?) Por lo tanto, los recursos totales, finitos, se encuentran repartidos. Es decir, cada individuo, a efectos, posee su parte del total. Si habláramos de 4 o 5 personas, podríamos intentar ser ecuánimes en el reparto, pero tratándose del mundo en el que vivimos, donde 7000 millones de personas habitan 'libremente'(todos somos libres de morir de asco, viva la libertad!), el reparto ha resultado, evidentemente, desigual. Y haciendo honor al gran dicho popular: el que parte y reparte, se lleva la mejor parte. Tenemos ante nosotros una de las más sabias frases de la humanidad. Efectivamente, la mayor parte de la riqueza mundial esta en manos un porcentaje pequeñísimo de la población mundial. Dicho de otro modo: aproximadamente el 1% de la población mundial posee la misma riqueza que el 99% restante. Quizás esta diferenciación sea demasiado extrema, pero en los países más pobres es totalmente aplicable, aunque a nivel mundial creo que es una tendencia que cada vez es más visible(la clase media está desapareciendo a marchas forzadas).
Pues bien, teniendo en cuenta todo ésto, me vino a la mente una pregunta. Existen dos grandes poderes, que son los que rigen el mundo, y que sin duda están profunda y estrechamente entrelazados: el poder político y el económico. HAy dos grandes grupos en el mundo: los ricos y los pobres(se ha de tener een cuenta que la mayoría de los pobres, por diversos motivos(justificables en unas ocasiones, no así en otras(occidente))desean y confían en que día a día, cn su trabajo y colaboración para el sistema mundial capitalista moderno naturalizado, pasarán, poco a poco, del grupo de los pobres al de los ricos, o al menos dejarán a sus hijos en una posición más elevada dentro de esa jerarquía). Los pobres asumen que de momento, al menos, no tienen ningún peso en el panorama económico mundial, es decir, han de ocupar su posición de trabajadores, de subyugados si se me permite, para el sistema-mundo global. El propio sistema atomiza las mentalidades de las personas, especialmente de las pobres, siguiendo el famoso dicho: divide y vencerás. Y efectivamente, asi es: se naturalizan elementos tan asquerosos y denigrantes como la competitividad, extendida a ámbitos totalemnente antinaturales. Es famosa la frase: hay que pisar si uno no quiere ser pisado. Esta es la filosofía vital en boga... Qué triste
Iré al grano, no me apetece escribir más. El noventaynueve por ciento de la población mundial se encuentra sometida al uno por ciento. Es evidente que no tenemos poder económico, pero podemos votar. La cuestión emana de forma natural, como un brote subterráneo de agua que aflora en una terma, manantial a la vez del saber y de la ignorancia: ¿Porqué, desde la mayoría social subyugada y abyecta, se elige a representantes gubernamentales(recordemos que son ellos los que realmente controlan las cosas), para los que, como en la actualidad no para de demostrase continuamente, no importamos lo más mínimo? Todo el bienestar del que nos han dotado los estados nación modernos es una mera herramienta para mantener el poder y dominio de las minorías (ellos se llaman élites). Una estratagema muy bien urdida, debido a que cada vez las personas tenemos más acceso a la información, y por lo tanto los métodos de reproducción del poder han de ser más sutiles. Pero aún así, no hay excusas.
Sigo sin entender como se puede votar a unos partidos políticos cuyo prioridad matriz es el lucro propio. aún peores son las excusas de sus votantes. No merecen ser puestas aquí.
En fin, aquí concluye mi texto. Lo dejo a modo de reflexión, en espera de respuestas, y no de excusas.
Gracias y buenas tardes.
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