Dos destructores de EE UU llegarán a Rota antes de septiembre de 2014
Caballeros, la directiva del mando ha solicitado su presencia a filas.
Mientras, en un despacho de máxima seguridad del Pentágono...
V: [...] el mando... Viejos conocidos, antiguos compañeros de guerra. Los mejores perros de presa con los que jamás haya combatido. Esos cabrones reclaman ahora mi presencia, y yo no he dudado ni un instante en asistir a la fiesta. ¿A quién debo matar?
X: Me alegro de verle de nuevo, comandante V. Aquí tiene el dossier actualizado con toda la información referente al objetivo actual. Es de vital importancia que lo lea y memorice con total detalle, pues debido al elevado nivel del espionaje enemigo, estamos obligados a destruir todo este tipo de documentación.
V: no hay problema, X, fui entrenado para eso. ¿Recuerda aquellas noches interminables en el despacho de Hudson? Sus métodos aún me resultan impactantes, pero sin duda ese cabrón era de los mejores.
X: sin duda, amigo. Hudson fue un factor decisivo en la toma del enclave charly 4 alpha 3.
V:... Recuerdo a ese cabrón... Un témpano. La metralla de una granada enemiga le voló la pierna izquierda, y el cabrón tuvo los cojones de utilizar sus últimos instantes de vida para entrar al complejo residencial del lider en el enclave antes citado y volarse a él mismo con 20 kg de c4. Fueron unos fuegos artificiales que jamás olvidaré. Sangre y vísceras, hermano, volaron por el cielo, disueltas en un polvo de escombros que nos cubrió por completo. La sangre de Hudson no se derramó en vano.
X: (alzando una copa cargada con White-Label, dando una profunda calada a su monteCristo) – Por Hudson! Y por todos los hermanos que cayeron!
V: por todos ellos!
X: vayamos al grano. Ha accedido ya al informe?
V: afirmativo, señor, lo tengo a las 12, en la pantalla de mi laptop. Nombre en clave del archivo: detalles del ataque contrainsurgencia. Coordenadas: tango4, charly beta. Cuartel del mando enemigo.
X: bien, X. Quiero que usted y sus hombres se adentren desde el oeste, sin ser vistos. Aprovecharán la cordillera que rodea el enclave. Pero las montañas se acaban a media milla del objetivo. A partir de ahi, ha de demostrarme porquè he decidido encomendarle esta misión.
V: nunca he fallado, X.
X: lo se, y por ello confió en usted. El mando enemigo está fuertemente armado y dispone de cañones antiaéreos de alto calibre. Su objetivo sera neutralizarlos. En el dossier puede ver el emplazamiento de dichos cañones.
V: pero entonces... ¿No mataré con mis propias manos a ese cabrón de … ?
X: negativo, V. Es demasiado arriesgado. Nuestro objetivo cuenta con una gran cantidad de guardia personal de élite. Su oficina, dentro del cuartel, es prácticamente inexpugnable. No podemos arriegar tantos recursos en una operación destinada a fracasar.
V: ¿acaso cree usted ...?
X: No hay tiempo para entrar en lo personal, V. Estas son las instrucciones del mando, usted ha de limitarse a seguirlas.
V: está bien, señor. Allanaremos el terreno para una barrida de nuestros bombarderos. No se preocupe, está hecho.
X: no esperaba menos de usted, V. (Le ofrece una copa cargada del mismo licor, asi como otro monteCristo que él mismo se encarga de cortar con un cortapuros de plata. Le da fuego. V lo enciende como buen fumador de puros, y luego le da una profunda calada. Al soltar el humo en una gran bocanada, mira seriamente a X)
V: dossier memorizado, señor. Puede destruirlo, yo no tengo permisos.
X: afirmativo, V, procedo a destruir el informe. El mando está orgulloso de usted. Si cumple esta misión con éxito, le esperan unas largas vacaciones.
V: no quiero vacaciones, señor. He nacido para la guerra. Lucharé con mis hermanos hasta en la última trinchera de la tierra. Hudson me enseñó todo lo que se. Me enseñó a aguantar el dolor, la tortura, asi como a torturar en miles de formas. Me enseñó a ser invisible en cualquier entorno. Todo se lo debo a él.
X: me enorgullece escuchar sus palabras, V. Siendo sincero, no esperaba menos de usted. No dude de que Hudson estaría orgulloso del soldado en el que se ha convertido a día de hoy. Uno de los mejores de todo nuestro cuerpo. Pensaría que es usted la misma reencarnación de Hudson, sino fuera porque no creo en ese paganismo oriental.
V: Sin duda, los amarillos han de caer. Ya cayeron en el pacífico. Mi abuelo metió mucho plomo en los cuerpos de esos malditos japos, allá por el 44. En Korea y Vietnam nos dieron fuerte esos cabrones, pero todos sabemos que fue culpa del mando.
X: No le he pedido su opinión, V! No estamos aquí para hablar de la historia, y menos para conspirar. Si vuelve a decir algo en una línea similar, no dude que yo mismo me encargaré que le lleven ante un tribunal militar, por conspiración y traición.
V: Cálmese, X, creo que este licor me ha soltado la lengua más de la cuenta.
X: de acuerdo. Puede retirarse, V. Suerte en su misión.
V: no creo en la suerte, señor. Buenos días. (Pensando: - Maldito fascista cabrón...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario