En esta ocasion me gustaría rendirle un homenaje al gran Groucho Marx. Todo ha surgido cuando un gran amigo, gran aficionado también de la obra de los Marx (incluido también Karl y demás Marxistas ), me ha comentado que ha llegado a Madrid y que le facilite mi contacto. Todo ha surgido naturalmente, sencillamente recordando alguna que otra noche por Madrid, hace ya ocho años, andando por el centro de la Villa al estilo de Groucho, desconcertando a las gentes de Madrid con nuestras excentricidades.
Vivan los Marx, vivan los osados, los excéntricos, y los amigos sinceros, que más o menos es todo lo mismo.
Amigo Marxista: - páseme su teléfono, señor movimientario, que estoyme en los Madriles pero sin números.
Yo (homenaje improvisado, espontáneo, a la vez oda a la amistad, a la fraternidad, al compadreo)
- Aquí lo tiene : xx - xxxxxxxxx
Móviles no tengo pues...
Está usted en la Villa, buen señor, donde nunca se pone el dióxido de carbono.
Seguramente, antes de que vos me llaméis, ya habreme pasado yo a recibiros por vuestra morada. Por mucho que os neguéis, pardiez, que llamaré a ese fucking telefonillo, como si mi dedo lo cargase el mismísimo diablo.
Llamaré y llamaré, y en vuestra puerta me orinaré, me cagaré, vomitaré y escupiré. Luego pasaré a besaros. Luego os pediré lo que me debéis. Luego vos me pediréis a mi lo que os debo. Como nos debemos lo mismo en absolutos términos el uno al otro y además en contrario signo, pues, ya se sabe, mas con menos, pues se neutraliza, y allí habrá paz y después gloria... ¿ Un bocata? ... ¿ zanahorias ? mmmmmm , no, demasiado forzado. Mejor sigamos...
La mierda, pues, bien que te la dejaré en el portal. Luego tendré que volver corriendo sobre mis propios pasos, ya que posiblemente me habré olvidado de robarte tu, por otro lado, querido piano de pared. Y claro, no podrá usted por menos que echarme una mano mientras se lo robo. Ya sabe, con mis problemas de espalda, y el piano pesa tanto...
¿ qué le parece mejor si usted me presta su casa en confianza y yo le presto mis zapatos ? no tienen suelas, pero son de frescos... ¿ y su mujer ? ¿ me la presta también ? Yo le presto a la mía, que acaba de desaparecer dejando una nota que rezaba así : - Me voy, no me esperes mientras vivas, que también espero sea poco . pd - esta carta contiene explosivos adheridos a una capa de material altamente radioactivo, que, de no matarle en la explosión, mi querido ex-idiota, sin duda le hará haber preferido morir en la explosión... Ah, por cierto, explotará en tres, dos, uno...
Pardiez, menos mal que no se leer... Gracias a la televisión y a la publicidad, que no le hice caso a mis padres. Si no, fíjese, ahora quizás no pudiese estar escribiendo éstas líneas. ¿ Qué cómo se escribir sin saber leer ? ¿ Y eso que tiene de contradictorio ? Es más, la vida es contradicción en sí misma, amigo mío. Quien no acepta y comprende este axioma vital, no gozará la vida en plenitud. ¿ Qué dónde lo he leído ? ¿ Pero no le acabo de decir que no se leer ?
En otro orden de cosas. Si usted encuentra a la que hace nada acaba de intentar asesinarme por correspondencia, mi querido amigo, soy capaz hasta de regalarle los zapatos que le acabo de comentar. Y si la encuentra, dígale que usted no me conoce de nada, que como puede venirle nadie por la calle diciéndole así de buena mañana que si es amigo del desgraciado ese que otrora poseyera los zapatos hiperventilados, y que no se qué y no se cuántos... ¡ Vamos, por dios ! Como pueden proferirse tales blasfemias sin conocer al interlocutor, que además está disfrutando tanto de su fresco paseo... Pues eso, que entonces, si es que algún día se encuentra usted con la que hace pocas horas acaba de partir hacia desconocidos rumbos, pues le comenta que los zapatos sólo son una de esas coincidencias que, ya se sabe, en este universo infinito y para nada causal, se dan con una contancia que obedece a una constante que constantemente aumenta en un ritmo que se funda en la raiz del número aúreo elevado a pi, siempre más la raíz del número e menos los días que le falten al que haga la fórmula para tener la menstruación, ó , en el caso de ser hombre, los que le falten a su mujer, querida, en suma, fémina más cercana... ( Por cierto, mi recientemente adquirida ex-mujer no es de su incumbencia, pero, aprovechando la casualidad de la cual usted puede conocer su probabilidad resolviendo la anterior ecuación, pues cuando se despida de ella, después de haber mancillado mi imagen no sin decoro, pues le dice que aún la quiero, y que su carta era muy bonita, y que, de haber sabido leer, pues la hubiese disfrutado más, sin duda. Luego salga corriendo. Yo estaré a la vuelta de la esquina (como se dará cuenta, la ecuación es universal e infalible. Confíe, yo estaré allí. Usted entonces me devolverá los zapatos, que por cierto, ya habrá llevado a arreglar. Se irá descalzo a casa y se comerá un suculento estofado de suelas de zapato... Mi ecuación está resuelta hasta ahí, no me interesa conocer su proceso digestivo, ni mucho menos aún los rumbos que tomará la que hace unos instantes me deseaba, no sin cariño, una rápida muerte)
Con grato afecto y consideración, a mi querido amigo.
PD - ¿ Comprendes ahora porque prefiero no tener facebook ?
Por cierto, ¿ te dije el número que me pedías ?
Vivan los Marx, vivan los osados, los excéntricos, y los amigos sinceros, que más o menos es todo lo mismo.
Amigo Marxista: - páseme su teléfono, señor movimientario, que estoyme en los Madriles pero sin números.
Yo (homenaje improvisado, espontáneo, a la vez oda a la amistad, a la fraternidad, al compadreo)
- Aquí lo tiene : xx - xxxxxxxxx
Móviles no tengo pues...
Está usted en la Villa, buen señor, donde nunca se pone el dióxido de carbono.
Seguramente, antes de que vos me llaméis, ya habreme pasado yo a recibiros por vuestra morada. Por mucho que os neguéis, pardiez, que llamaré a ese fucking telefonillo, como si mi dedo lo cargase el mismísimo diablo.
Llamaré y llamaré, y en vuestra puerta me orinaré, me cagaré, vomitaré y escupiré. Luego pasaré a besaros. Luego os pediré lo que me debéis. Luego vos me pediréis a mi lo que os debo. Como nos debemos lo mismo en absolutos términos el uno al otro y además en contrario signo, pues, ya se sabe, mas con menos, pues se neutraliza, y allí habrá paz y después gloria... ¿ Un bocata? ... ¿ zanahorias ? mmmmmm , no, demasiado forzado. Mejor sigamos...
La mierda, pues, bien que te la dejaré en el portal. Luego tendré que volver corriendo sobre mis propios pasos, ya que posiblemente me habré olvidado de robarte tu, por otro lado, querido piano de pared. Y claro, no podrá usted por menos que echarme una mano mientras se lo robo. Ya sabe, con mis problemas de espalda, y el piano pesa tanto...
¿ qué le parece mejor si usted me presta su casa en confianza y yo le presto mis zapatos ? no tienen suelas, pero son de frescos... ¿ y su mujer ? ¿ me la presta también ? Yo le presto a la mía, que acaba de desaparecer dejando una nota que rezaba así : - Me voy, no me esperes mientras vivas, que también espero sea poco . pd - esta carta contiene explosivos adheridos a una capa de material altamente radioactivo, que, de no matarle en la explosión, mi querido ex-idiota, sin duda le hará haber preferido morir en la explosión... Ah, por cierto, explotará en tres, dos, uno...
Pardiez, menos mal que no se leer... Gracias a la televisión y a la publicidad, que no le hice caso a mis padres. Si no, fíjese, ahora quizás no pudiese estar escribiendo éstas líneas. ¿ Qué cómo se escribir sin saber leer ? ¿ Y eso que tiene de contradictorio ? Es más, la vida es contradicción en sí misma, amigo mío. Quien no acepta y comprende este axioma vital, no gozará la vida en plenitud. ¿ Qué dónde lo he leído ? ¿ Pero no le acabo de decir que no se leer ?
En otro orden de cosas. Si usted encuentra a la que hace nada acaba de intentar asesinarme por correspondencia, mi querido amigo, soy capaz hasta de regalarle los zapatos que le acabo de comentar. Y si la encuentra, dígale que usted no me conoce de nada, que como puede venirle nadie por la calle diciéndole así de buena mañana que si es amigo del desgraciado ese que otrora poseyera los zapatos hiperventilados, y que no se qué y no se cuántos... ¡ Vamos, por dios ! Como pueden proferirse tales blasfemias sin conocer al interlocutor, que además está disfrutando tanto de su fresco paseo... Pues eso, que entonces, si es que algún día se encuentra usted con la que hace pocas horas acaba de partir hacia desconocidos rumbos, pues le comenta que los zapatos sólo son una de esas coincidencias que, ya se sabe, en este universo infinito y para nada causal, se dan con una contancia que obedece a una constante que constantemente aumenta en un ritmo que se funda en la raiz del número aúreo elevado a pi, siempre más la raíz del número e menos los días que le falten al que haga la fórmula para tener la menstruación, ó , en el caso de ser hombre, los que le falten a su mujer, querida, en suma, fémina más cercana... ( Por cierto, mi recientemente adquirida ex-mujer no es de su incumbencia, pero, aprovechando la casualidad de la cual usted puede conocer su probabilidad resolviendo la anterior ecuación, pues cuando se despida de ella, después de haber mancillado mi imagen no sin decoro, pues le dice que aún la quiero, y que su carta era muy bonita, y que, de haber sabido leer, pues la hubiese disfrutado más, sin duda. Luego salga corriendo. Yo estaré a la vuelta de la esquina (como se dará cuenta, la ecuación es universal e infalible. Confíe, yo estaré allí. Usted entonces me devolverá los zapatos, que por cierto, ya habrá llevado a arreglar. Se irá descalzo a casa y se comerá un suculento estofado de suelas de zapato... Mi ecuación está resuelta hasta ahí, no me interesa conocer su proceso digestivo, ni mucho menos aún los rumbos que tomará la que hace unos instantes me deseaba, no sin cariño, una rápida muerte)
Con grato afecto y consideración, a mi querido amigo.
PD - ¿ Comprendes ahora porque prefiero no tener facebook ?
Por cierto, ¿ te dije el número que me pedías ?
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