Independientemente de lo que diga, que por otro lado es enormemente interesante y profundo, su manera, sus formas, sus manejos, propios de una senectud alcanzada con virtud, me sugieren al rey filósofo que ya propusiera Platón.
Escuchar a un gobernante hablar con tal propiedad, manejarse con tal templanza y circunspección, marcar tan adecuadamente los tiempos (no como la Kirchner, por ejemplo, de la cual resultan agobiantes esos inacabables silencios qüasi compulsivos, o a Chávez, como también dice Mújica en la entrevista, el cual tiene discursos inacabables y reiterativos ) y contestar con tal concreción a las preguntas, me ha parecido cuanto menos increible, dado los personajes que andan pululando en las arenas políticas del mundo actual. Quizás su posición de mínimo peso en la escena internacional le permita concederse estas licencias a la libertad de conciencia y de expresión (cosa que la mayoría de políticos no duda en evitar, de una forma elegante y sutil, todo hay que decirlo). Aunque... ¿ porque siempre tenemos hay que andar negativizando las cosas ? Es como si existiese una tendencia, una corriente intangible pero efectiva, una especie de fuerza sicológica que ejerciese su acción de forma insoslayable, inexorable... Una gravedad que nos hiciera virar en nuestras rutinas psicológicas siempre hacia lo peor, hacia lo catastrófico, hacia el peor de los resultados, a descubrir en algo aparentemente bueno y virtuoso la más perversa de las intenciones... ¡ Qué demonios ! Como sigamos viendo así la realidad y la vida, seguiremos sosteniendo y construyendo un mundo a imagen y semejanza de nuestras ideas catastrofistas. No digo que confiemos y creamos ciegamente en todas las personas. Y, para decirlo todo, también es muy sano el ejercicio de estar en desacuerdo con uno mismo, aunque sólo sea alguna que otra vez, por aquello del variar. Lo que digo es que no caigamos en el snobismo, en la moda del momento, como la de ahora que parece que es la de ser, aparentemente, una persona independiente, templada, inteligente... Pero sobre todo que se las sabe ya todas (dan igual la edad o la experiencia vital)... ¿ Será que ahora la gran mayoría se las dan de sobrad@s por aquello del acceso a internet de banda ancha ? ¿ Será que todo el mundo ha aprendido tan rápido de que va la vida y, lo más sorprendente de todo, han llegado conclusiones muy similares, por no decir iguales ? ¿ No será porqué lo han buscado todos en el famoso buscador-web ? O a lo mejor es que todos van de sobrad@s, y si no van, lo tienen en la cabeza. Y si no, incluso aparentan lo contrario, es decir, la humildad, pero en realidad la sobradez es proporcional a la aparente humildad. Pues eso, que a lo mejor tod@s van de sobrados porque son muy list@s y saben de que va todo. El incremento de los egos individuales es alarmante, y cada vez nos volvemos más egoistas y, como consecuencia directa, perversos, hasta llegar a la perversión extrema, que es la falta completa de humanidad. Pues bien, suelta ya toda la parrafada previa, quiero decir, de una forma muy optimista, positiva. Totalmente anticatastrofista, si se quiere. Es decir, desde una perspectiva muy constructivista, quiero decir sinceramente que este tío es un crack, y que me mola lo que dice, y como lo dice, y que tiene bien colocadas las pelotas, en su sitio. Y que me mola porque desnuda la realidad de las relaciones internacionales con total calma y serenidad. ¡ Que les den por el culo a los tecnócratas de toda la mafiocracia internacional ! El poder financiero está acabando con el mundo, y todavía tenemos que escucharles hablar de 'competitividad y eficiencia'... Ellos si que son enfermizamente competitivos. Son una puta manada de lobos hobbesiano-maquiavélicos. Un conciliábulo de psico-sociópatas totalmente desbocados. Lo único que quieren es acumular más y más, y si para ello es necesario que millones y millones de personas entren día a día en la miseria, para ellos esto no serán más que consecuencias 'coyunturales'. El gran problema es que esos comportamientos psicopático-maquiavélicos de las élites, han precipitado y siguen haciéndolo, cada vez más, a todas las capas de la sociedad. Cada vez la sociedad en si me da más miedo, porque me parece cada vez menos humana, cada vez más lejanos, tu y yo, tod@s nosotr@s, a eso que yo pienso que debería ser una sociedad cuyo atributo principal sea la humanidad. Yo, por tratar de mirar a las personas a los ojos. Tod@s aquell@s a los que miro, tanto conocidos como desconocidas, por sentirnos incómodos, amb@s. por sentir esa incertidumbre que surge cuando uno se ve expuesto ante situaciones para las cuales no ha aprendido como comportarse, como reaccionar, como responder... Efectivamente, a lo largo de todo el recorrido que hacemos al comienzo de nuestras vidas por el sistema educativo, no hay ninguna materia troncal, en ningún curso, que nos enseñe cosa tan humana como el hecho de mirarnos a los ojos y no decir nada, salvo que lo que se tenga que decir sea más hermoso que ese espacio creado del silencio y la mirada.
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